Se conoce como una lesión braquial obstétrica o PBO a aquella lesión que sobreviene por un traumatismo producido durante el parto, y que afecta a los nervios periféricos del plexo braquial que ligan la extremidad superior. Ello se traduce en una pérdida de movilidad o sensibilidad (o ambas) en el miembro superior (brazo, antebrazo o mano).

Si bien no es una dolencia únicamente relacionada al área de partos, si es verdad que es en donde más casos de Negligencias Médicas se han tratado, debido a complicaciones durante el nacimiento, ya sea debido a una presentación podálica o un trabajo de parto prolongado. Si los hombros del bebé se encajan en el canal de parto, hay mayor riesgo de que se produzca la lesión.

Como hemos venido resaltando desde el principio, en la mayoría de los casos la imprudencia acaba lesionando los nervios superiores, derivándose en una afección que se denomina parálisis de Erb.

Los síntomas de la lesión del plexo braquial pueden variar en gran medida, según la gravedad y la ubicación de la lesión. Por lo general, afecta un solo brazo.

En fase leve, en la que los nervios del plexo se estiran o se comprimen, pueden producir sensación de punzadas o ardores que pueden derivarse  en una sensación de electrock leve y de ardor a lo largo del brazo, así como el entumecimiento y debilidad en el brazo. Un breve periodo de tiempo, y por lo general van mas ligadas a lesiones deportivas.

La gravedad sintomática se acentúa cuando las lesiones dañen gravemente o incluso desgarran los nervios. La más grave, conocida como avulsión, se produce cuando la raíz del nervio se desgarra de la médula espinal. Entre los síntomas más habituales de lesiones de mayor gravedad, nos encontramos con: 

  • Dolor intenso
  • Debilidad o incapacidad de usar ciertos músculos de la mano, el brazo o el hombro
  • Inmovilidad e insensibilidad completas del brazo, hombro o mano

Por lo general las lesiones del plexo braquial pueden causar debilidad o discapacidad permanentes, que pueden provocar, asimismo, punzadas y ardores recurrentes, debilidad en la mano o el brazo o en cualquier parte del brazo después de un traumatismo o parálisis completa de la extremidad superior. En ocasiones se ha constatado un dolor de cuello intenso y permanente.

El problema de que se produzca durante es que, a diferencia de las lesiones de ámbito deportivo, o tras un accidente, las lesiones pueden complicarse de forma permanente, derivando en:

  • Dolor crónicos derivados del rasgamiento de nervios
  • Articulaciones rígidas, que dificultan el movimiento, incluso si recuperas el uso de la extremidad. Le puede acompañar la pérdida de sensibilidad en el brazo o en la mano
  • Atrofia muscular debido a la tardanza de muchos nervios en regenerarse tras la lesión, provocando en el perjudicado la falta de uso de esa extremidad afectada, lo que puede hacer que los músculos de esta se quiebren o se degeneren
  • En casos mas graves, se puede producir una Discapacidad Permanente, dependiendo de diversos factores tales como la edad y el tipo, ubicación o gravedad de la lesión. Incluso con cirugía, algunas personas pueden sufrir algún tipo de discapacidad, que abarca desde la debilidad hasta la parálisis de mano, hombro o brazo.

Parálisis braquial como secuela de una negligencia

Si bien una lesión en la zona braquial a menudo no puede prevenirse mediante una serie de medidas para reducir el riesgo de sufrir complicaciones una vez que ha ocurrido la lesión, como podría ser la fisioterapia o tratamiento alternativos que no deberán posponerse, so riesgo, de complicar los resultados de las cirugías (si se han hecho) de los nervios; en el caso de un recién nacido la situación tiende a complicarse un poco mas dado que el cuerpo aun se está amoldando todavía a una figura concreta, es posible, y resulta importante ejercitar sus articulaciones y músculos todos los días, desde las 3 semanas de vida, permitiendo la prevención de la rigidez permanente de las articulaciones, manteniendo fuertes y sanos los músculos activos de tu hijo.

Sin embargo, es también posible que le lesión se torne irreversible, si bien los ejercicios ayuden a llevar mejor su manera de vivir, pero ello también conllevara un serie de gastos para garantizarle la calidad de vida que le fue arrebatada a la hora de darle a luz, y debido a la cual habría que pedirle cuentas al facultativo que intervino durante el parto, así como al centro, ya sea por la actuación imprudente del sanitario negligente, o en caso de que el instrumental no estuviera en condiciones para ayudar en un parto, mediante la correspondiente documentación y consentimiento informado, principalmente cuando se ha utilizado instrumentos como el fórceps para ayudar a dilatar el cuyo uterino durante un parto que se estaba complicando, pero que, debido a su mala utilización pudo provocar el desgarramiento o desplazamiento braquial.

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