Una mujer de 67 años visitó el hospital de Segovia porque se encontró ella misma un bulto en el pecho. Tras realizarle el TAC pertinente, le encontraron un bulto que sugería cáncer de mama. Luego le hicieron una broncoscopia que resultó negativa y no le dieron ninguna cita más.

Al cabo de dos años, acudió al médico porque tenía fiebre, náuseas y diarrea. El bulto que le vieron en el TAC resultó ser un tumor de 3,8 centímetros y ya tenía metástasis en varios órganos, siendo el epicentro de la enfermedad el mismo bulto que le habían encontrado anteriormente. Dos años más tarde falleció debido a dicho cáncer.

Sucedió, entre 2011 y 2014, en el Hospital General de Segovia. El Servicio de Salud de Castilla y León indemniza ahora a su familia con 59.523 euros. Además a pesar de eso, los familiares no dudan en afirmar que los médicos decían que era muy pesada:

«Encima, como la pobre tenía colon irritable y esputos de sangre, durante esos dos años los médicos decían que era una pesada, que era muy pelma… Y fíjate, realmente tenía un cáncer creciendo dentro de ella, y no se pudo tratar porque no se le dio opción».

La paciente, con un largo historial médico, fue sometida en febrero de 2011 a un TAC que produjo una imagen en que se sugería la presencia de cáncer. Dos meses después, le hicieron una broncoscopia que resultó negativa en cuanto a malignidad. Se le comunicó el resultado, pero ni se le dijo que debía seguir sometiéndose a pruebas, ni se le citó para otras. El Hospital General de Segovia, sencillamente, se olvidó de ella, como después le haría notar a la familia una oncóloga posteriormente, cuando ya todo era insalvable.

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Lo ocurrido es de importante gravedad. Desde luego, estos actos acarrearan consecuencia más allá de la indemnización que ya se pagó a los familiares de la víctima, porque claramente estamos ante un acto claro de negligencia por parte de los facultativos del hospital.