En la medicina odontológica encontramos numerosos profesionales que buscan la satisfacción del cliente realizando una serie de intervenciones para mejorar su aspecto físico. Sin embargo, podemos encontrarnos con negligencias por parte de este tipo de profesionales.

Al igual que la Cirugía Estética, la Odontología es una rama de la medicina que busca principalmente el embellecimiento de la persona, perteneciente a la Medicina no reparadora, por lo que debemos comprender que no puede formar parte del catálogo de prestaciones de la Seguridad Social. Sin embargo, podemos encontrar casos concretos en los que sí podría estar cubierta por ésta, como por ejemplo en caso de accidentes de tráfico o laborales, entre otros.

Al buscar una mejora del aspecto físico debemos entender que la persona que acude al dentista es un cliente y no un paciente. Es por ello de que en caso de que no se obtenga el resultado deseado, el cliente tiene derecho a reclamar para obtener el resultado que se desea o que se espera o, más bien, el que se promete. Estaríamos ante un contrato de arrendamiento de servicios en el que se busca un determinado fin, por lo que da lugar a una responsabilidad de resultados, estableciendo la obligación del éxito de la intervención.

De este tipo de asistencia médica se busca por tanto dos cosas:

– Un resultado concreto, como blanqueamiento dental, ortodoncia para la colocación correcta de los dientes, implantología dental, etc.

– La utilización de todos los medios necesarios, al alcance del profesional, para llevar a cabo correctamente el resultado deseado.

Es posible que, además de no haber conseguido el resultado prometido, nos encontremos con daños causados al cliente como consecuencia de una mala praxis médica o negligencia médica.

Concurre la negligencia médica dental en los siguientes supuestos:

  • Si no se ha conseguido el resultado deseado.
  • Si se han causado daños al cliente.
  • Si no se ha advertido al cliente de otros problemas de salud.
  • Si no ha habido consentimiento por parte del cliente para la realización de una determinada práctica.
  • Si el dentista lleva a cabo prácticas innecesarias para ganar más dinero.

Algunos ejemplos de negligencia médica dental son:

  • Negligencias en ortodoncia: por mala colocación, etc.
  • Negligencia en endodoncia:
  • Negligencia en implantología:
  • Negligencia en anestesia: por una inadecuada administración,
  • Extracción de un diente sano,
  • Lesiones de insensibilidad en la lengua, mandíbula y labios.

Dadas las graves lesiones que pueden ser causadas por los dentistas en caso de que incurran en mala praxis, debemos denunciar cualquier lesión que se haya podido producir, ya que algunos de esos daños pueden ser irreparables e irreversibles. También hay que tener en cuenta que la boca es un elemento de la cara que afecta de manera importante en el aspecto físico de las personas, además de influir en la forma de relacionarse con éstas.

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